
Susurros de un errante
En esta sección mediante fotografías y cortos susurros que me vienen en mente, pretendo concienciar al visitante de una forma visual y cómoda pero… concienciar de que? Pues mi principal objetivo es el viaje responsable, ecológico y de absoluto respeto hacía la flora y la fauna.
No es nada nuevo ver fotografías acompañadas con un pequeño mensajito que incita al viaje, al valor, iniciativas… frases que inspiran vamos. De momento no es el caso. Aquí las frases van directamente «a la cabeza» en cuanto a concienciar de que debemos cuidar el planeta que habitamos. Y ahora si…
A disfrutar de Susurros de un errante!
#0015 – Pasear con mi perrito por los pueblos que voy visitando a lo largo de España y no preocuparme por si podría cortarse con algún cristal, porque no los hay. Dejar atrás aquél pequeño espacio de bosque donde acampé por una noche, sabiendo que esta igual de limpio que antes de mí llegada. Así todo va bien.
#0014 – El agua esta fía y notas un tacto baboso. Que bonitas son las algas —piensas, y arrastras los pies dejando que te acaricien. La arena se amolda a tus pies, no ves ni los tobillos, agua y algas te masajean gratis, todo va bien… hasta que un cristal te corta.
#0013 – Pasada una hora de ascenso continuo voy fatigado por el sol. Algo destaca a lo lejos y me aproximo. Hay algo azul entre un mar de hierva marrón, al descubierto. Entre cardos y una variedad de hierva cuyo nombre es un interrogante, ahí estaban ellas, las cuatro juntas e inseparables desde el inicio de sus días. Mostrando elegancia posan para mí, ofrecen su mejor perfil y me alegro de no perderme algo tan pequeño en un mundo tan grande. Luego me voy en busca de sombra.
#0012 – Calles color arcilla y cielo despejado. Un jardín de flores cuidadosamente colocadas de maceta en maceta. Colores dispuestos a jugar a diferentes alturas mezclando pétalos y ventanales de madera vieja, astillada y en ocasiones decorados. Caminas en compañía de la persona adecuada, le sacas fotos cuyas imágenes gozan de un recuerdo místico de aquel pueblo que descubristeis. Os perdéis callejeando, calle arriba calle abajo unas por vuestra cuenta… otras cogidos de la mano. No queréis que se acabe nunca.
#0011 – Aquel lugar donde respirabas paz, esa ocasión en la que todo fue especial, un rincón del mundo que te hizo sentir unicx, todos esos sitios que son de todo el mundo y creímos ser sus únicos huéspedes por un momento a lo largo de un viaje… Son la magia y esencia de un planeta que estamos por descubrir paso a paso y con el respeto que se merece.
#0010 – Una de las mejores sensaciones cuando acampas ya fuere con amigos de toda la vida o conocidos de hace par de días, es cuando en el anochecer y recién acomodado en tu humilde carpa, se le dice a las carpas vecinas: «Buenas noches!» y desde diferentes ángulos de tu «refugio» llegan voces conocidas con las que compartes tus aventuras, respondiendo: «Buenas noches!» Mejor aún es cuando no eres el primero en dar esa voz de «Paz» y tras la sorpresa de quien dio el primer «hasta mañana» quieres responder! pero te esperas unos segundos por si alguien responde para no tapar su voz. De algún modo te ves «esperando turno» el cual se define por esa brevedad de segundos que te permite decirle al resto de compañeros, amigos y vecinos de aventura: «Buenas noches!»
#0009 – Hay paisajes tan fabulosos que te quedarías a comer una ensalada de pasta bien rica y fresquita, o un sándwich de york con queso y unas aceitunitas mientras contemplas la magnitud del mundo que te rodea…
#0008 – En bici o a pie haciendo autoestop, se invierte mucho tiempo en las carreteras y es maravilloso ver sus cunetas y arcenes limpios.
#0007 – Estando perdido y sin saber donde pasar la noche, recurres a ignorar aquello de «No hables con desconocidos» y entonces se obra el milagro. El desconocido no solo te indica sino… te invita a que le acompañes pues ambos vais al mismo lugar. Y así vas conociendo la verdad del mundo, la que no se televisa… En el mundo hay gente magnifica esperando a que otra gente les encuentre para compartir la vida que nos queda.
#0006 – El acceso a gran parte de los camping que «escoltan» la humildad de El Bolsón, es cruzando el río Quenquemtreu. Mientras estabas en ello ves las fatídicas condiciones en las que se encuentran cada uno de los tablones de madera que compone el puente, el óxido de los barrotes y las sirgas… entonces te preguntas por el paradero de «la capacidad» para cuidar y mantener el estado de las cosas en buenas condiciones. Te preguntas por las posibilidades del planeta si un simple puente puede quedar en el olvido…
#0005 – Y es cuando llegas a la Isla Tierra del Fuego a lomos de un bus con todas sus comodidades. Es cuando las praderas que te rodean invitan a pastar y en tu caso a hacer la croqueta por toda la llanura. Es cuando los riachuelos refrescan tu mente de un sorbo, un sorbo de esas manos sucias de polen, polvo y pecados… es cuando te encuentras a ti mismo.
#0004 – De nuevo en un bus, cómodo y con una par de hombres que le dan vidilla al ambiente hablando con las dos chicas que se sientan delante. Ellos piden canciones al chofer para dedicárselas mientras cantan desentonando. Ellas alagadas se ríen junto a todos los demás. EL resto agradecemos esos momentos de «risas» después de 10h en el bus. De repente miras por la ventana y ves el mundo, grande y bello a diferencia el habitáculo con ruedas. Estas en La Región de los Ríos (Chile) y la carretera hacia Valdivia esta repleta de obras.
#0003 – Una ventana, más de 2500km de ruta 40, el mismo bus y paisajes mil. En algún momento ella te susurró siendo clara con un mensaje firmado.
#0002 – Ella tan serena y firme te miró a la cara. Con sus pequeños ojitos fue capaz de traspasar el objetivo de tu cámara y a sabiendas de que la mirabas fijamente, te lo dijo.
#0001 – Caminas por el Congost de Mont Rebei y te das cuenta de la belleza natural que te rodea… Decides ser más cuidados@ si cabe con el mundo que habitas.