
Los castillos de Rumanía en 10 días

Salimos desde Timisoara (con intención de ver los castillos de Rumanía) dirección Brasov, de camino sabíamos de un castillo en ruinas del que no consigo acordarme pero se ve desde la carretera, el acceso es con una vagoneta dejando el coche a pie de montaña en un parking gratuito. En el distrito de Hunedoara, se encuentra el Castillo Hunyad (conocido por castillo de Hunedoara).
Entre Deva y Simeria por la E-79 dirección Brasow, hay un desvío a la derecha hacia la ciudad de Hunedoara, la mas grande del distrito, y con un barrio chino que yo pensé que me había equivocado de país… Unas casas chinas que parecía aquello un parque temático! suerte que nos perdimos buscando el castillo de lo contrario no habríamos visto «chinatown».
Nos centramos tanto en encontrar la calle que llevaba al castillo que estaba justo al lado de la ciudad, que ni siquiera recuerdo el aspecto de la misma. Hace tiempo ya de este viaje.
Pasamos un par de días en Brasov y cerca, dirección Rasnov, se encuentra el Castillo de Bran.
Una vez en Rasnov hay que dirigirse a un pueblo que se llama Cristian, por la carretera E-68. Un desvío hacia ese pueblo nos mete en la carretera E-574 y una vez pasado Cristian, se llega a Bran, donde a parte del Castillo y sus jardines, también hay un castillo de miedo (atracción de feria), donde uno entra creyendo que no le van a dar miedo los sustos (yo uno de ellos) pero si! Me asustaron y mucho. No se si a día de hoy sigue ahí, pero en 2012 si estaba. No recuerdo el precio de las entradas de ningún castillo de los que visitamos inclusive el de «miedo», pero creo que no llegaron a los 5€ cada una.

Jardín del Castillo Bran
En Rasnov vimos otro Castillo, que se veía bastante bonito por fuera, aun que luego resulto ser algo pequeño.
Te llevaban en una vagoneta como si fuera de tren, arrastrada por un tractor. No entramos al castillo por que nos pareció mal lo ocurrido. En el parking te cobraban dinero (unos 3 euros) por subirte con el trenecito que en pleno agosto se agradece. Lo que nos pasó fue que preguntamos si había que pagar entrada y nos dijeron que no. Una vez arriba… había que pagar, no recuerdo cuanto fue pero lo suficiente como para decidir no verlo por dentro pues en comparación al resto de castillos y sus precios, nos pareció caro teniendo en cuenta el coste del trenecito.

Vista desde el coche en dirección a Rasnov

Parte trasera del castillo, por donde se accedía al mismo
Volvimos a Brasov y de ahí nos dirigimos a Sinaia por la E-60, lugar donde veríamos el tercer y ultimo castillo (por dentro). Hablamos del Castillo de Peles.
Me costó asimilar que eso era un castillo con tanta antigüedad, pues parecía un palacio! Creo que nunca había visto tanto valor material en un mismo sitio. Este Castillo fue el mas caro de visitar,pero valió la pena. Hay tres tipos de entrada, la barata te daba acceso a la planta baja y primera planta. Otra algo mas cara te daba acceso también a la segunda planta y la entrada que nos pareció un disparate… no es que aumentara mucho más el precio que las dos anteriores sino que solo daban acceso a un par de torres y puedo asegurar que con las dimensiones del castillo, lo que impresionan sus salones y todo lo que ahí dentro yacía expuesto… dos torres circulares con ventanas al exterior carecían de importancia. Todas las entradas con guía y varios idiomas (recuerdo inglés y francés al menos).
Justo al lado del castillo había otra casa que para nada era pequeña, donde los reyes o los propietarios del castillo cuando fue donado al estado, pasaban las vacaciones.

Esa es la «casita de verano»
La noche anterior a la pasamos en un hostal de Sinaia muy bonito y económico para nosotros, digamos que para alguien de los países colindantes a Rumanía le parecería caro. Esa misma noche visitamos las afueras del castillo y un guardabosques nos aviso de la presencia de osos por las noches pero lo ignoramos.

Anocheciendo (un poco movida la foto lo se…)
El castillo iluminado era precioso, el acceso al mismo se hace andando menos de 1km desde los parkings camino por el cual hay vendedoras de moras y otros frutos, puestos con juguetes, manualidades, artículos de cerámica, souvenires del castillo y lo mejor de todo, un riachuelo con el agua super fría!
Tras la visita al castillo que duro una hora aproximadamente, nos toco rehacer el camino hasta Timisoara, pero sin pesambres! había valido la pena ver todos los castillos de Rumanía en 10 días!