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Un chapuzón en Zuid-Kennemerland

Un chapuzón en Zuid-Kennemerland

Esta vez fuimos de horizonte en horizonte con la curiosidad del que habrá más allá. No podíamos esperar lo que el P.N Zuid-Kennemerland nos deparaba y fue una gran sorpresa. Literalmente me sentí como en la película “Donde viven los monstruos” (Where the wild things are).

Zuid-Kennemerland esta situado al Oeste de Ámsterdam y se tarda muy poco en llegar, tuvimos que coger un tren hacia Santpoort-noord pasando por Haarlem. Lo único a tener en cuenta fue estar a tiempo para el tren de regreso porque no hay estación, es una parada de «transito» y el billete se pagaba una vez dentro del tren (a la vuelta).

Al llegar vimos una mujer con un carrito y su hijo pequeño a la que siempre agradeceremos que nos acompañara hasta la entrada del parque. De primeras nos dijo como llegar y nos adelantamos pero no dábamos con la entrada al parque, nos parecía confuso por culpa de un hotel que estaba por la zona y que desde nuestro punto de vista, estaba en medio! Nos parecía un poco extraño tener que atravesar su parking privado y un parquecillo propiedad del mismo para entrar a lo que viene siendo el parque nacional. Dando vueltas y vueltas vimos de nuevo a la mujer que al vernos como pingüinos en el Sahara decidió acompañarnos un trozo.

Y aquí empieza la aventura! Les presento el Parque Nacional Zuid-kennemerland!

 

Zuid-Kennemerland

Ofrece todo y más de lo que nadie pueda desear, rutas de senderismo, caminitos asfaltados para bicicletas, rutas para recorrer el parque a caballo  (por las cuales no se puede ir andando pues son senderos muy estrechos y no es como para andar cruzándote con los ginetes) y un par de bar/restaurante. En cuanto a naturaleza me emociono al recordarlo, es indescriptible y muy extraño a la vez. Les cuento:

Olía a bosque, al principio apenas había arbustos, todo era arboles de varias clases tamaños y formas. Según íbamos avanzando nos adentrábamos más a un bosque en el que la sombra abundaba y el sol luchaba por espiarnos entre copa y copa. El suelo lleno de hojas marrones rojas y amarillas. De repente y a nuestra sorpresa dejamos de seguir un sendero de tierra para seguirlo de arena! Si, arena de playa!

Zuid-Kennemerland

Poco a poco había mas distancia entre arboles, era como estar saliendo del bosque según ascendíamos (muy muy pero que muy ligeramente). Parecía el relieve de un desierto con sus dunas ahora sube ahora baja, pero con una mezcla de arena, arbustos, césped, más arbustos, arboles, troncos caídos y rotos en mita del sendero y alguna que otra roca. Seguíamos andando y ya con el sol encima y sin arboles ni sus preciadas sombras, el bosque empezó a quedar atrás aunque por delante veíamos claramente un horizonte de muchos árboles que atravesar. En algún tramo del trayecto nos vimos andando por uno de los caminos adaptados para las bicis pero rápidamente nos encontramos con muchos senderos debidamente señalizados por los que puedes explorar dependiendo de cuál sea tu objetivo, la mayoría llevan al bar restaurante del otro lado del parque pero esa no era nuestra intención.

zuid-kennemerland

De vuelta a uno de los senderos nos metimos nuevamente en bosque pero no uno cualquiera no… era un bosque mágico! Habitado por seres maravillosos! Ciervos curiosos que te espían mientras desayunas, por ejemplo: nos tomábamos un tentempié sentados en un árbol caído y de repente ahí estaba un mini bamby mirándonos a menos de 15 metros! Aunque lo mejor en cuanto a animales estaba por ver… Vacamonstruos! (que así las bautizamos). Su pelaje es bastante mas largo de lo común, con cabellera por la cabeza y el lomo. Resumiendo… muy peludos.

Animal

Ahí se puede apreciar no solo la calma de estos animales en su momento de relax a medio día, si observan se ve perfectamente la mezcla de arboles, césped y arena de playa.

Era fascinante estar paseando a escasos metros de esos animales y cuando digo escasos, digo un metro de distancia! Que podías tocarlos si querías aunque nosotros no lo hicimos. Recapacitemos: bosque con Vacamonstruos mientras íbamos caminando por un sendero de arena de playa, el contraste de paisajes «valle bosque dunas» entrelazados a modo aleatorio, todo muy extraño y precioso a la vez.

En ese momento los arboles eran mucho más estrechos, estaban más juntos y los arbustos abundaban bastante al igual que el césped. Si, las Vacamonstruos estaban pastando césped y hiervas varias con arena.

ciervo

Ese fue el ciervo que nos espiaba mientras almorzábamos

Vaca monstruo

Vacamonstruo posando para la cámara

Al rato nuevamente salimos del bosque y nos encontramos con cielo abierto, algún árbol desperdigado y muchos arbustos. El relieve fácilmente visible a la distancia volvía a ser “dunoso” y coloreado por trozos, unos de color arena y otros de color verde matojo de mil especies. Notamos también que la mayoría del rato estábamos descendiendo (otra vez muy muy pero que muy lentamente) y aparte de eso el sendero nos llevó nuevamente a un camino ancho para bicis el cual seguimos por un rato. Quisiera añadir que para nada fue en línea recta lo hasta ahora descrito. Pasamos de tener el sol de un lado a otro en varias ocasiones de las curvas que daba el recorrido pero siempre de cara, de Este a Oeste del parque.

Zuid-kennemerland

 

Cada vez pisábamos mas arena de playa y menos tierra de monte o campo dígase como uno quiera. Nuestro nuevo horizonte ya no era un bosque sino una súper duna de arena con hiervas altas así como de medio metro y algún árbol. De nosotros al horizonte se veían varias acumulaciones de arbustos desperdigadas por zonas, el sol de medio día nos daba en toda la frente y al rato empezamos a subir la duna por un camino marcado con unos postes de madera y alambres de un poste a otro. A pie de duna donde acababa el camino había un parking para dejar las bicis.

Zuid-Kennemerland

Desde la duna, ésta es la vista que uno puede disfrutar si se da media vuelta. Del otro lado de ese horizonte empezamos a caminar. (IA)

El caso es que no faltos de sorpresas cuando llegamos arriba nos tocaba la guinda del pastel, lo que nuestros ojos estaban contemplando era maravilloso! Estábamos a 100 metros del Mar del Norte. Un mar azul hipnótico cual llama de hoguera que te absorbe la mirada, un mar en calma y sin olas, una playa perfecta, paradisíaca y lo más importante para nosotros fue que no había casi nadie! fuimos de cabeza, es más nos quitamos la ropa y la dejamos amontonada junto a las mochilas y por primera vez hice nudismo. El agua a pesar de ser septiembre estaba a una temperatura perfecta! No nos lo podíamos creer. Algo muy curioso fue que por mucho que camináramos mar adentro el agua nunca llegó a cubrirnos por encima de la cintura. 

El paraíso escondido del Mar del Norte

El paraíso escondido del Mar del Norte

Nota: Todo esto de la playa nos sorprendió tanto porque no teníamos información alguna del parque. Estábamos ahí por recomendación de un chico que nos atendió en la recepción del hotel en Ámsterdam.

Después de un baño relajante nos pusimos a comer una de nuestras raciones de pasta mientras nos secábamos al sol. No eran ni las 3 de la tarde y ya habíamos comido, por lo que al calcular el rato que nos llevaría volver nos dimos cuenta de que sobraba tiempo para volver a Ámsterdam y pasear por sus calles de nuevo y es que esta escapada por Zuid-Kennemerland tubo lugar uno de los 3 días que estuvimos en Holanda.

Vistas al Mar

Vistas al Mar

  • Una vez descansados cogimos unos puñados de arena, la pusimos en una bolsa y deshicimos el camino para volver ésta vez con menos ganas pues el lugar invitaba a quedarse ahí para siempre.
Souvenir

Uno de los souvenires artesanales que hicimos para nuestros familiares. Éste en concreto para mi hermano Isaac.

2 Comentarios

  1. M

    Gracias por compartir tus experiencias. Tus descripciones e informacion muy detalladas son muy utiles. En Julio quiero visitar Zuid Kennemerland con mi familia, y precisamente es el contacto con esa maravillosa naturaleza que describes lo que buscamos. Gracias por compartir!

    Responder
    • Daniel

      Muchas gracias! Espero que os guste tanto como nos gustó a nosotros y sobre todo no se olviden la crema solar y la ropa de baño! Si no recuerdo mal más de la mitad del parque esta al descubierto así que siendo julio… puede que tengáis sol azotando durante mucho rato.

      Para los peques (si los hay) la playa es estupenda! Al menos en nuestro caso no hubo olas y hay muchos metros de mar a dentro sin profundidad.

      Un saludo y espero que disfruten de Zuid-Kennemerland!

      Responder

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Actualmente trabajo en Noruega, en la construcción concretamente. Estoy falto de tiempo para viajes largos y por eso el blog está «en pausa». Por ahora mi poquito tiempo libre lo invierto en estar con mi pareja y mis 3 mascotas 😉 mientras ahorro para el próximo viaje.

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