
[El Priorat] El buzón de Albarca
![[El Priorat] El buzón de Albarca](https://i0.wp.com/www.humildadmochilera.com/wp-content/uploads/2016/09/DSC02081.jpg?resize=560%2C420&ssl=1)
Antes de empezar debéis saber que nos encontramos en una comarca muy desconocida de la provincia de Lleida, El Priorat. Este lugar en cuestión, contiene una gran belleza la cual se distribuye entre los pueblos que lo componen y el relieve montañoso, consiguiendo así que la experiencia si visitas la comarca sea de lo más gratificante.
Albarca: Una calle, una plaza.
No es que solo tenga una calle… es que literalmente la única que se distingue como tal, es la que se ve en la fotografía.
Vamos a comenzar la jornada en este humilde pueblo situado en lo alto de una colina, un pueblo deshabitado casi todo el año, un lugar frecuentado por aficionados al senderismo y algún que otro curioso. Estos últimos suelen dedicar un día en visitar 3 o 4 pueblos del Priorat ya que son varios los que merecen ser visitados.
Un pueblo fantasma.
Iglesia escoltada por un antiguo cementerio en su parte trasera.
Quise hacer referencia a pueblo fantasma por una sencilla razón, puedes pasar ahí el día entero y no ver a nadie. Sin embargo si hay un pastor alemán vigilando una de las propiedades y rompiendo a ladridos esa calma que podría envolverte en tan mágico y desértico lugar.
Un fumador podría ver el pueblo entero sin terminarse el cigarrillo.
Una vez realizado el paseo de ida y vuelta por la calle y apreciado la belleza de Albarca, es el momento de aventurarse, tenemos que ir a la Roca Corbatera.
No hay más plazas que esta: la Plaza del Horno.
De Albarca al techo del Priorat.
Así se disfruta el paisaje cuando llegas arriba. Comenzamos?!
No nos llevará mucho tiempo la verdad, aunque si es cierto que hay varias maneras de llegar arriba, todas ellas muy expuestas al sol gran parte del tiempo y con un desnivel acumulado un poquito fuerte para quien este falto de costumbre.
Por lo demás, es apta para todos los públicos y muy facilito.
Durante el ascenso podremos disfrutar de pequeños bosques de pino y unas vistas al valle bastante espectaculares. Parte de la ruta la hacemos bordeando la montaña exponiéndonos a un barranco bastante pronunciado, con Albarca a nuestra espalda y mirando al valle podemos ver a vista de águila los pueblos de Cornudella de Montsant y más a lo lejos un pueblo llamado Siurana.
En la fotografía nos encontramos a mitad de camino comenzando a disfrutar de las alturas
Menos mal que llevo gorra porque el sol pega que da gusto, supongo que habréis traído agua! Es indispensable! A partir de aquí podemos elegir entre dirigirnos hacia la ermita Mare de Deu de Montsant o subir a la Roca Corbatera. Antes de dirigirnos hacia este último, les cuento:
«En la ermita han tenido lugar tradicionalmente dos fiestas: una en primavera y otra en verano. Albarca cuenta con una de las pocas tradiciones locales sobre Sant Jordi, anteriores a la actual diada del libro y la rosa: una fiesta votada, anterior al siglo XVIII, para pedir la protección del Santo contra las picaduras de las víboras y los escorpiones.» (Fragmento extraído de la web: http://www.turismesiurana.org/)
Una vez dicho esto nos dirigimos al bosque de pinos siguiendo un sendero perfectamente marcado, notando el ascenso a cada paso que damos y ahora sí con algo más de sombra gracias a la copa de los arboles pero, sin hacernos ilusiones pues la sombra no durará mucho tiempo.
Pasado el pequeño y «refrescante» bosque, llegamos a la cima. Literalmente a la cima pues no hay punto más alto en toda la comarca.
La Roca Corbatera.
Justo ahí, donde esta Jake… se pueden apreciar las vistas de toda la comarca, 360º de vista panorámica que hacen que se te olvide el sol de justicia que te golpea la cabeza. Al lado de Jake se encuentra el buzón más alto del Priorat a 1163 msnm, donde se guardan un par de libretitas cuyas páginas están escritas por todo aquél que se anima a subir.
«Observando las nubes nos hallamos,
en lo más alto de las colinas,
dime si este mundo que admiramos,
es tal cuál te lo imaginas.»
Habiendo disfrutado de nuestra estancia en lo más alto es hora de volver antes de que el sol de mediodía nos azote con toda su ímpetu. Y es a la vuelta cuando vemos los paisajes que subiendo dejábamos a nuestras espaldas, trazos de un paisaje que no deben pasar desapercibidos, pequeños lienzos tal que así:
Continuando el descenso nos metemos por un sendero distinto al que previamente seguimos para subir, disfrutando un poco más de la sombra, de una serpiente que se escondió antes de que pudiera sacarle una fotografía y de una marca un tanto especial… quien practica senderismo conoce bien las marcas que se encuentran a lo largo de una senda, ya sean hitos de piedras o las marcas de colores que suelen pintarse en rocas y/o arboles pero… la que sigue sorprende a cualquiera:
Jake está de acuerdo con la dirección a seguir.
Poco después llegamos de nuevo a Albarca, dispuestos a seguir explorando distintos pueblos del Priorat y que visitaremos en otra ocasión. Antes de irnos le damos un último vistazo al pueblo de una calle y una plaza, al pueblo de la iglesia y su antiguo cementerio, Albarca desde otro punto de vista.