
Bariloche y la leyenda del Nahuelito
Todo iba sobre ruedas y nunca mejor dicho! Estaba dentro de una camioneta rumbo a San Carlos de Bariloche. A lo largo del camino les conté a Juan y Albertina el motivo de mi viaje, el motivo de por qué dejé mi trabajo, les hable de otros lugares donde fui de viaje (por Europa) y escuche atentamente todo lo que ambos me contaban de su familia, sus vacaciones, curiosidades de sus países (ella chilena, él argentino). Incluso tuve el privilegio de conocer una leyenda.
- Se dice que en el Lago Nahuel Huapi, vive un monstruo acuático que recibe el nombre de Nahuelito. El primer avistamiento registrado data de 1910 y si queremos darle realidad a la historia hablaríamos de un “plesiosauro” (igual que el monstruo del Lago Ness). Leyendas de seres acuáticos en el lago Nahuel Huapi ya se habían escuchado por nativos primitivos previos a la conquista.
A día de hoy todo aquel que visita San Carlos de Bariloche y es conocedor de la leyenda, inconscientemente mira el lago con otros ojos quizá esperando ser él, o ella, quienes vuelvan a divisarle. Yo… no le vi, pero la curiosidad al ver el lago me llevo a preguntar…
Saber que la superficie del lago es dos veces mayor que la capital de Argentina:
Nahuel Huapi (530,9km2) vs Buenos Aires Capital (203,3km2).
Al tema Dani que te desvías.

Caminando por el Paso, dejaba atrás éstas vistas Chilenas para entrar a Argentina
Durante el recorrido tuvimos que cruzar el Paso Cardenal Antonio Samoré. Sería en ese momento donde pisaría un nuevo país, Argentina. El trámite fue sencillo y rápido. En la frontera Argentina debí bajarme de la camioneta y cruzar andando, de modo que luego les esperé y proseguimos el viaje.

De esas dos mujeres que corren hacia el Paso, la de gris y blanco es Albertina
Pasado Villa La Angostura nos detuvimos para comer asado. Resulta que la hermana de Albertina les dejó listo para el viaje un montón de carne asada y fui testigo de lo buena cocinera que es. Ahí de pie, con la mesa improvisada en la puerta trasera de la camioneta, degustamos el asado y continuamos con el viaje.

Me sentí alguien especial y muy afortunado. Fue la primera vez que me invitaban así.
Se suponía que Juan nos sacó a Albertina y a mi una foto en el paso, de recuerdo, pero algo hizo mal y no salió… como había prisa no quise demorar más el momento. (Ahora me arrepiento)
Ya en la terminal de bus en Bariloche tuvimos una despedida extraña. Todos sabíamos que nos quedaba viaje tanto a ellos como a mí y me daba la impresión que una vez entablada la confianza durante el trayecto les habría gustado llevarme hasta Comodoro de Rivadavia pero yo debía quedarme en Bariloche y continuar por la ruta 40.
- Juan y Albertina, ambos de aproximadamente 60 años de edad son un matrimonio felizmente casados. Cuando me levantaron en Entre Lagos estaban de regreso a su casa e iban a parar en Bariloche para hacer noche. El motivo de su estancia en Chile fue visitar a la familia materna. Gracias a que su hija decidió quedarse una semana más y volver por su cuenta… había sitio para mí en la camioneta. Siempre les recordaré.

Una de las calles de Bariloche, perpendicular a la calle Mitre.
Era domingo y además feriado por el tema de carnaval… algunas compañías de bus estaban disfrutando de su festivo y coincidió que yo requería del servicio de una de ellas. De ese modo me vi forzado a quedarme en Bariloche hasta el día siguiente. Mi intención era tomar un bus hacia Ushuaia, directo. Ya tendría tiempo a hacer dedo durante todo el viaje de vuelta…
No fue así. Llegue a Ushuaia el viernes (4 días tarde pues mi intención era llegar el lunes por la noche), tampoco fui en bus desde Bariloche y disfrute de un camping y buena compañía durante los próximos 3 días.
Shhhht! Dani no te adelantes a los acontecimientos… Vayamos por partes.
Necesitaba efectivo en moneda Argentina así que camine hacia el centro de Bariloche. Ahí cambie efectivo de euros a pesos y no volvería a realizar ese trámite en todo el viaje. El cambio salía más a cuenta sacando dinero del cajero.

En un bus por las calles de Bariloche
Ya con el dinero en mano me sentía más tranquilo así que caminé por la famosa calle Mitre pensando que debía hacer. De camino a la oficina de turismo la cual temía que estuviera cerrada, me cruce con tres mochileros a quienes les pregunte si conocían de algún camping donde pudiera pernoctar.
Y… así de fácil es pasar de un viaje organizado a improvisarlo.
Nos sentamos en un porche y me explicaron sobre su mapa donde había campings, a cual se dirigían ellos y lo mejor de todo, me ofrecieron ir con ellos. En ese momento acababa de decidir así de a una, que todo lo que había planeado meses atrás desde mi casa… iba a ser ignorado, por no decir que sería imposible de cumplir y que preferiría seguir un ritmo de viaje mas “improvisado”.
Total que acepte no solo ir con ellos al camping sino pasar con ellos 3 días y cuando me quise dar cuenta, estaba en un bus dirección al Lago Gutiérrez donde acamparíamos en uno de los campings que tiene a sus orillas.
En ese momento me encontraba acompañado por Alex, Vale y Juani. Ahora son amigos Argentinos que entonces venían desde Neuquén mochileando la ruta de los 7 lagos y yo iba a compartir con ellos sus últimos días de viaje.

Ésta es una de las fotografías que más me gusta. Así les vi, así les recuerdo y si volvemos a vernos que siga siendo así, por favor.
Realmente estuve en San Carlos de Bariloche menos de 24h debido a que estuvimos a orillas del Lago Gutierrez todo el tiempo… si me permiten un poco de spoiler les diré que más tarde volví a Bariloche para quedarme otras dos noches y con aproximadamente 7kg menos de peso gracias al viajar durante un mes con la mochila a cuestas.
Mi próxima aventura se codeaba con una cascada, jugar al truco con mis buenos amigos y…